Instalación: La Fragilidad de la vida.
Hoy en día es muy común conocer personas que se jactan de sus fortalezas y potenciales, de su sentimiento emprendedor para ganar dinero, por sus grandes descubrimientos y esto hace ver al ser humano como un ser inquebrantable, pero a pesar de estas señales de mucho adelanto no se deja de apreciar su fragilidad y lo finito de la vida humana.
Como seres humanos tendemos a ver la muerte como algo lejano y son pocas la veces en las que nos ponemos a pensar o a profundizar las cosas que vemos a diario, tenemos control de las cosas que pasan en nuestra vida, decidimos que hacer y como lo hacemos, pero si hay algo que no podemos controlar es la longevidad de nuestra vida. Creemos que todos tendremos la oportunidad de vernos con canas y arrugas en la cara pero la realidad es que la muerte no tiene preferencias de sexo, edad, raza o estilo de vida.
Cada persona tiene una razón por la cual vivir o por la cual dejarse caer, tal vez un buen trabajo o una mala relación, con extremidades amputadas o con mucho dinero pero hay que recordar que hay que actuar de manera que el día que nos toque irnos no tengamos nada de que avergonzarnos. Dejar nuestro grano de arena en el mundo, marcar de manera positiva la vida de alguien y aprovechar la nuestra al máximo porque no hay nada peor que vivir una vida con un espíritu amputado.
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